LOS RETOS DEL LENGUAJE INCLUSIVO EN MÉXICO

El Congreso de la Unión aprobó el Proyecto de Decreto por el que se reforman Diversas Disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de lenguaje inclusivo.

La finalidad de la reforma es la integración de las palabras “presidenta”, “gobernadora” y “alcaldesa” en 31 artículos de la Carta Magna. Lo anterior, debido a que la participación de la mujer en la administración pública se ha elevado exponencialmente. En la actualidad, además de la presidenta constitucional de México, hay 13 gobernadoras y más de 350 presidentas municipales (INMujeres 2024), por esa razón se han incluido los términos a nivel constitucional con el objetivo de dar un paso hacia una sociedad justa e igualitaria.

Existe una errónea noción del “lenguaje inclusivo”, no solo es la sustitución de algunas letras por “e” o “x”, sino que es incluir a todas y todos los sujetos en una misma palabra en la medida de lo posible, lamentablemente la falta de información y las fake news que se propagan de forma desmedida en las redes sociales han causado la alteración del verdadero propósito, significado y sentido de lo que se quiere divulgar.

De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en México (CNDH) y los lineamientos sobre el leguaje incluyente y no sexista, publicado en el año 2021:

·      Busca promover relaciones igualitarias y realmente inclusivas, por medio de una comunicación no sexista que erradique la discriminación y muestre la participación igualitaria de las mujeres y hombres.

De igual manera el Gobierno de México a través de su portal virtual y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la violencia contra las Mujeres (Conavim) explica la importancia del uso del lenguaje incluyente:

·      Es una expresión de nuestro pensamiento y el reflejo de los usos y costumbres de una sociedad cultural […] el lenguaje ha sido fuente de violencia simbólica, debido a que ha naturalizado la discriminación y la desigualdad en años anteriores, haciendo una fuerte distinción entre hombres y mujeres, teniendo su origen en los estereotipos y roles de género enfatizando las diferencias sexuales y biológicas, invisibilizando la presencia y minimizando su trabajo como las labores domésticas y la crianza de los hijos.

·      Algunos ejemplos que recomiendan para el uso del lenguaje inclusivo son el uso de nombres abstractos, por ejemplo, emplear “la gerencia” en lugar de “los gerentes”, “las jefaturas” en lugar de “los jefes” y “la coordinación” en vez de “los coordinadores”.

·      Sustantivos colectivos, algunos ejemplos son: “la niñez” y no “los niños”, los alumnos” sustituir por “el alumnado” y “los profesores” por “el profesorado”.

·      Usar la palabra “cualquiera” es incluyente, es decir: “cualquiera que tenga tareas por entregar, favor de hacerlo más tarde”. Y evitar el uso del masculino genérico, o sea: “Todas y todos tenemos los mismos derechos”.

·      Desde la divulgación gradual y el reconocimiento de la comunidad LGBTTTQ+ se ha promovido de forma tanto oral, como visual y escrita, por la representación de esta misma, pues…LO QUE NO SE NOMBRA, NO EXISTE Y NOMBRAR ES VISIBILIZAR, CONOCER Y RECONOCER.

En la misma línea se ha empleado el uso de la “x” y “e” en el español con el propósito de eliminar la marca de género en las palabras pese a que no es considerado válido en ámbitos como el profesional y el académico. 

Ahora les invito a tomar un momento de reflexión y considerar que el respeto es la clave para una sociedad más empática e incluyente.