EL ASCENSO DE LAS MUJERES: ¿NUESTRA LÍDER ESTÁ REDEFINIENDO LA POLÍTICA EN MÉXICO?
- Dulce Jazmín Contreras Cedillo
- 31 ene
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 31 ene

Nuestro querido México ha experimentado importantes avances en la participación de las mujeres en la esfera política en las últimas décadas. Esto es un claro reflejo de los cambios que se han producido en nuestras sociedades, que ahora son más inclusivas y equitativas. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre las nuevas iniciativas que se están implementando.
Este liderazgo actual nos invita a cuestionar si, a lo largo del tiempo, las mujeres hemos sido buenas líderes. En muchas ocasiones, nos han hecho creer que no hemos avanzado en absoluto. Sin embargo, me atrevo a afirmar que, en este momento, uno de los ejemplos más destacados de liderazgo en mi México es nuestra presidenta. Aunque en los últimos días la relación con Estados Unidos no ha sido la mejor, ella ha afirmado rotundamente que, a pesar de las dificultades, eso no nos destruirá como nación. De alguna manera, nos hace valorar el poder de los mexicanos, pues, aunque ellos establezcan límites en su territorio, nosotros también tenemos nuestros propios límites.
Desde mi perspectiva, ese tipo de liderazgo resalta no solo la fortaleza de México, sino también la significativa representación femenina que poseemos como país. A pesar de las políticas desafiantes introducidas por Trump, puedo afirmar que nuestra líder ha implementado estrategias que, de alguna manera, han beneficiado a los mexicanos. Frente a la tensión comercial derivada del TMEC, ella ha manejado la situación con gran habilidad, manteniendo siempre una firme postura en defensa de los intereses de nuestra nación.
La intención de Trump de desestabilizar el diálogo y provocar tensiones con otros países, incluido el nuestro, podría llevar a una guerra comercial que afectaría gravemente la economía mexicana.
Otro aspecto crítico es la seguridad fronteriza, donde nuestra presidenta ha demostrado un liderazgo claro y decidido para redirigir el rumbo del país. Ha priorizado la gestión de la migración como un tema fundamental, especialmente en relación con Estados Unidos. Su enfoque es similar al de los líderes anteriores en cuanto a colaborar con el vecino del norte para regular los flujos migratorios. Sin embargo, lo que me ha sorprendido de manera positiva es que está impulsando varias iniciativas para mejorar las condiciones de los migrantes en México.
Es común escuchar que México es un país de “tránsito” para migrantes en busca de un futuro mejor en Estados Unidos. En este sentido, nuestra presidenta ha logrado restablecer el respeto hacia los migrantes, confrontando la presión que frecuentemente se ejerce sobre ellos. Aunque a veces los resultados no son visibles de inmediato, es evidente que esta política impactará en varios aspectos, siendo fundamental la protección de nuestros intereses como mexicanos.
Frente a las presiones externas, hemos avanzado en la defensa de nuestra soberanía y en la diversificación de nuestro comercio, lo cual nos permite explorar nuevos mercados en Europa, Asia y América Latina. Esto es vital para reducir nuestra dependencia económica de Estados Unidos. En muchos de los panoramas individuales y de empresas, ¿puede ser la vía por la cual se dé un crecimiento en la economía? y ¿Sino se llega a eso podemos incrementar en otros aspectos como lo es las nuevas tecnologías?
Ante las nuevas políticas implementadas por nuestra líder, puedo afirmar que hemos manejado bien varias situaciones. Sin embargo, es importante considerar diferentes perspectivas, ya que no todos los cambios generan un efecto positivo en todos. Por un lado, muchos de nuestros compatriotas están viendo afectaciones, mientras que para otros representan nuevas oportunidades de crecimiento que redefinen nuestro valor como mexicanos. En mi opinión, esto constituye una redirección, ya que estamos modificando políticas que previamente existían. Pero la pregunta es: ¿realmente están funcionando?
A medida que mantenemos un pensamiento crítico, todavía hay muchas cuestiones por esclarecer, pero, sobre todo, áreas en las que podemos avanzar y mejorar. Quizás estemos ante el inicio de un cambio significativo que dejará huella, y en el que nuestra líder continuará gestionando todo con calma, apoyada por una estrategia adecuada. Sin embargo, no son las únicas problemáticas que enfrentamos en nuestro país. La inseguridad, por ejemplo, sigue siendo un tema pendiente y de gran relevancia que aún no hemos logrado mejorar. Me surge la incertidumbre sobre qué medidas establecerá nuestra líder para reducir estos niveles de inseguridad. No obstante, no debemos olvidar que el ejercicio del liderazgo es un desafío complejo, y es fundamental que nuestra presidenta logre redefinir de manera efectiva el CONCEPTO DE POLÍTICA.
Comentários