EL PODER LEGISLATIVO EN MÉXICO: RECUENTO DEL PRIMER PERÍODO ORDINARIO Y APROXIMACIONES DEL TRABAJO A DESARROLLAR A PARTIR DEL 1 DE FEBRERO EN EL CONGRESO DE LA UNIÓN

En el año 2024 ocurrió un hecho histórico en México: el 1 de octubre tomó posesión en la Presidencia del país la primera mujer en más de 200 años, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, que tomó protesta ante un Congreso de la Unión también conformado en su mayoría por mujeres y quien le colocó la banda presidencial, la Diputada federal Ifigenia Martínez, logró ver el inicio de una nueva era en el país, cuatro días antes de su fallecimiento. 

El Congreso de la Unión, conformado por la Cámara de Diputados y el Senado de la República representa al Poder Legislativo y, del 1 de septiembre al 15 de diciembre del año que concluyó, se llevó a cabo el Primer Período Ordinario de sesiones de la LXVI Legislatura, tres meses de trabajo que resultaron en cambios a las leyes que nos rigen de manera significativa y también, controversial.

Me parece extraordinario destacar que nuestro país es de los pocos a nivel mundial que cuenta con un sistema federal bicameral, donde una cámara “crea” y la otra “revisa” … aunque a veces ambas crean, revisan, hacen, deshacen y por eso luego, las iniciativas se quedan pendientes o, lo que es lo mismo, congeladas por falta de acuerdos políticos, cabildeo o voluntad política.

Ahora mismo, el Congreso de la Unión dio inicio a un nuevo período legislativo ordinario que inició el 1 de febrero y concluirá el 30 de abril, tiempo en el que las y los legisladores se van a afrontar al titánico reto de recibir, revisar, dictaminar y votar alrededor de 40 nuevas reformas legales de leyes secundarias, con motivo de las reformas constitucionales del anterior período, esto, según informó el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, en rueda de prensa.

Y es que este ritmo de trabajo parece que será el habitual, al menos en este primer año legislativo, ya que en el primer período se aprobaron 41 asuntos legislativos en el Senado, entre reformas constitucionales, ordenamientos de creación de nuevas leyes y decretos; así como 32 proyectos de decreto en la Cámara de Diputados dividido en 3 nuevas leyes, 16 reformas constitucionales y 13 reformas a diversas leyes secundarias.

Mencionar que se aprobaron 16 reformas a la Constitución mexicana en un lapso de tres meses es hablar de números mayores, históricos y polémicos de manera mediática y política pues el conocido “Plan C” del ex presidente Andrés Manuel López Obrador se vio consolidado tras tener la mayoría en la representación de la 4T con Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, motivo por lo que, está de más decir, que la Reforma Judicial va porque va, y tendremos las primeras elecciones extraordinarias para jueces, magistraturas, ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el próximo primer domingo de junio, lo cual consolidará el ejercicio de participación ciudadana y democrática de elección en los tres poderes, así como su reestructuración.

Es importante destacar que, además de la Reforma Judicial, hubo reformas constitucionales de gran relevancia en materia de igualdad de género; derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, el reconocimiento de las pensiones para personas adultas mayores y personas con discapacidad, la celebrada protección y cuidado animal y la prohibición del uso de vapeadores y el fentanilo, por mencionar algunas.

Asimismo, más de 10 leyes modificadas, relacionadas también a la reestructuración del Poder Judicial, así como a la Ley Federal del Trabajo para impactar el reconocimiento de los derechos de las personas trabajadoras de plataformas digitales, la erradicación de la brecha salarial por razones de género, y el establecimiento del descanso obligatorio cada seis años el 1 de octubre, con motivo de la transmisión del Poder Ejecutivo Federal.

Además de lo anterior, el Senado, que es la Cámara encargada de ratificar los nombramientos remitidos por la Presidenta de la República, lo hizo 347 veces, destacando a la titular de la Secretaría de la Función Pública, Raquel Buenrostro (ahora Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno); la reelección de Rosario Piedra Ibarra en la CNDH, así como 234 grados militares y 110 grados navales.

En conclusión, las reformas constitucionales y modificaciones a las leyes se enfocaron, básicamente, en el Poder Judicial, aunque también en mejorar las condiciones laborales de las y los mexicanos, y continuar avanzando hacia la igualdad de género y dar continuidad a las políticas públicas de bienestar social y seguridad pública del país.

Ahora, concentrémonos en el nuevo período legislativo que arrancó el 1 de febrero, puesto que los retos a afrontar por el Congreso de la Unión se enfocarán en reformas constitucionales que impactarán la vida económica, laboral y social del país, como la eventual reforma a la ley del Infonavit y a la Ley Federal del Trabajo en su artículo 123, en materia de vivienda con orientación social, que ya fue aprobada en el Senado y en la Cámara de Diputados.

Como mencioné en párrafos anteriores, el Diputado Monreal ya manifestó ante la prensa lo que se aproxima en la agenda legislativa del Grupo Parlamentario de Morena, misma que incluirá todas las reformas a las leyes reglamentarias que se tengan que impactar derivado de las reformas constitucionales, como la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Ley de Vivienda, Ley Federal del Trabajo para la posible aprobación de la reducción de la jornada laboral a 40 horas; la prohibición de la reelección y el nepotismo, las reformas a la Ley de Adquisiciones y Obra Pública para el fortalecimiento de los procesos que impliquen recursos públicos, así como también la prohibición del maíz transgénico a nivel constitucional, iniciativa enviada por el Ejecutivo Federal.

A pesar de lo que pudieran decir por otros grupos parlamentarios opuestos a los de la 4T, el trabajo legislativo realizado en el Congreso de la Unión ha sido, además de intenso, el más productivo en números de la historia reciente del país, los “cómo” puede ser que no les encanten a muchas personas, pero la realidad es que, si lo vemos desde el aspecto puramente legislativo, no cabe duda que nuestra Constitución Mexicana y las leyes secundarias que de ella emanan están cambiando y este ritmo continuará.

Al final, las mexicanas y los mexicanos queremos que nos vaya mejor en nuestro país; que nuestros derechos humanos, condiciones laborales, bienestar integral, acceso a la seguridad social, acceso a mejores oportunidades y el crecimiento económico sea parejo para que entonces, se consolide un México que logre ser una de las 10 potencias mundiales, como se declara en el “Plan México” de la Presidenta Sheinbaum… pero eso ya será motivo de la siguiente columna.