DEMOCRACIA DELIBERATIVA
- Camila Tepox Leonor
- 26 ago
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En los últimos días ha surgido ruido en el país ya que en agosto pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el cual el Poder Ejecutivo estableció la Comisión Presidencial para la reforma electoral.
A pesar de que desde los inicios ya existen posturas a favor y en contra lo que sí es verdad es que positiva o negativamente esta reforma tendrá un impacto siginificativo en el sistema político mexicano, es por ello que debe ser una reforma realizada de manera congruente, sin inclinaciones políticas pero sobre todo elaborada con la participación y opiniones de los ciudadanos, algo que justamente la presidenta Claudia Sheinbaum y Pablo Gómez remarcaron en la presentación del proyecto de la reforma electoral.
En octubre comenzarán los foros y mesas de debate en donde se recibirá la opinión de mexicanas y mexicanos, partidos políticos, comunidades indígenas, centros de educación e investigación y legisladores que deseen participar.
Las conclusiones se realizarán en enero de 2026, algo que a mi parecer es muy poco tiempo para una reforma que incluye cambios considerables.
El temario general que abarca la reforma tiene que ver con libertades políticas, libertad de difusión de opiniones, informaciones e ideas, consultas populares y revocaciones de mandato, sistemas de partidos políticos y su financiamiento, efectividad en el sufragio, por decir algunos.
Coincido con algunos puntos, por ejemplo el hecho de reducir presupuesto a partidos políticos que desde hace mucho caen en la corrupción y abusos, así como también me parece viable la garantía de libertades políticas, de difusión de opiniones e ideas. Esto sin duda forma parte de un sistema democrático.
Pero lo que sí es importante abarcar no es solamente los puntos que se quieren discutir en la reforma político-electoral sino también es cuestionar el origen; la Comisión Presidencial que fue formada.
En lo personal una Comisión futura a encaminar una transformación en el sistema político debe estar conformada por expertos y con conocimientos específicos en la materia, no solamente hablo en materia electoral sino también en cualquier reforma que se lleve a cabo en el futuro.
El hecho de que la presidenta se haya reunido a puerta cerrada con los integrantes de la Comisión que como bien se sabe está integrada en su totalidad por funcionarios del partido en el poder, no representa la imparcialidad y pluralidad que los ciudadanos esperan, porque no sabemos que realmente pasa ahí dentro y esto genera dudas si el proyecto verdaderamente incluirá a todos o solamente a quienes están en el poder.
¿No sería mejor incluir desde un inicio a integrantes de partidos de oposición, ex consejeros electorales, representantes de la sociedad civil y comunidades indígenas para que también formen parte de la elaboración del proyecto?
Porque su presencia en foros o en mesas de diálogo no quiere decir que sean tomados en cuenta, podrán ser invitados pero eso no significa que puedan ser escuchados.
Debe haber un contrapeso, nada tiene sentido si todos pensamos de la misma forma.
Quedan pocos meses para el inicio de los debates y foros para discutir la reforma electoral, lo que más espero es que las mesas de diálogo y debate sean muy diferentes a los foros de la reforma judicial.
Deseo ver participar a muchos jóvenes, estudiantes de leyes, de ciencias políticas, incluso de otras carreras y profesiones, porque basta con vivir en nuestro país para alzar la voz por las necesidades que vemos y escuchamos día a día, aunque no nos percatemos hacemos política.
Seamos parte de la democracia deliberativa.
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