¿CUÁNDO DEJARÁ MÉXICO DE TRABAJAR SIN DESCANSO?
- Andrea Aguilar Plata
- hace 4 días
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En los últimos meses, la discusión en torno a la reducción de la jornada laboral ha cobrado fuerza en México. El pasado 1 de mayo, en el marco del Día del Trabajo, la presidenta Claudia Sheinbaum mencionó la intención de consolidar esta reforma hacia 2030, pero ¿por qué esperar tanto tiempo?
Anunció que del 2 de junio al 7 de julio la Secretaría de Trabajo y Previsión Social convocará a los trabajadores, empresarios, académicos y demás interesados en una serie de foros en diversas ciudades. Sin embargo, el grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) lleva promoviendo reducir la jornada laboral desde la campaña presidencial del ex candidato Jorge Álvarez Maynez y este debate desde marzo de este año, mediante una serie de encuentros denominados “Jornada Laboral Digna: 40 Horas ¡Ahora!”, en los cuales han participado personas trabajadoras, sindicatos, empresarios y especialistas para exponer sus puntos de vista sobre la posible reforma laboral.
Sin importar qué grupo lo impulse debemos estar de acuerdo que esta no es una reforma que deba esperar tanto tiempo, lo relevante es entender que el retraso prolongado no favorece a quienes más se verían beneficiados: las y los trabajadores. En la actualidad, la Ley Federal del Trabajo establece una jornada máxima de 8 horas diarias durante seis días a la semana, equivalente a 48 horas semanales, con al menos un día de descanso obligatorio.
Muchos trabajadores apenas pueden usar su tiempo libre para hacer pendientes del hogar, dejando a un lado otras responsabilidades o actividades recreativas, y debemos destacar que todos tenemos derecho de vivir y descansar más, pero ¿cómo vivir si deben trabajar para sobrevivir?
En los foros que Movimiento Ciudadano ha impulsado los empresarios han destacado que este cambio no puede ser igual para todos, más bien seccionado según la industria, muchos piensan que se reducirán de 8 a 6 horas diarias, pero lo que verdaderamente se busca es reducir de 6 a 5 días laborales a la semana con jornadas diarias de 8 horas, así los trabajadores tendrán en su totalidad un día completo para descansar y poderlo utilizar cómo gusten, con esto último coinciden muchos trabajadores, ya que mencionan que al reducir de 8 a 6 horas diarias realmente nada cambiaría, ya que el tráfico y tiempo de traslados hacia sus actividades terminaría afectando el nuevo tiempo libre disponible y al final no haría un cambio real que impacte en sus vidas.
Está comprobado que en países donde su jornada laboral es menor, la productividad de sus trabajadores es mejor, al descansar más llegan con más energía y cubren incluso las mismas actividades que en jornadas más largas en menor tiempo, por lo cual esto incluso podría mejorar la productividad en las empresas y con ello sus resultados.
La urgencia de esta reforma se sustenta en datos concretos: según cifras de la OCDE, México lidera los primeros lugares en horas trabajadas al año, con un promedio de 2127 horas en 2022, es decir, alrededor de 40.9 horas semanales en promedio, así mismo un reporte reciente indicó que aproximadamente un 27% de las personas trabajadoras en el país laboran más de 50 horas semanales, la proporción más alta entre países de la organización.
Tomando en cuenta lo anterior, múltiples estudios demuestran que la productividad no crece proporcionalmente al aumentar las horas laborales, al contrario esta se ve afectada. Luxemburgo por ejemplo tiene una jornada laboral promedio de 29 horas semanales y encabeza los índices de productividad en Europa, mientras que México se sitúa en los niveles más bajos de eficiencia laboral.
Aunque la presidenta dijo que esto será una realidad en 2030 es importante acelerar el proceso, al reducir la jornada laboral se beneficiaría directamente la salud física y mental de las personas trabajadoras, se promovería un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional y paradójicamente podría elevarse la productividad de las empresas. Es por esto que es fundamental mantener un diálogo y acelerar esta reforma.
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