TODOS SOMOS RESPONSABLES DE TEUCHITLÁN

Escribo esto en la madrugada porque aún me sigue afectando bastante el jet lag generado de 17 horas de diferencia, mientras preparo un café tostado negro cultivado en Hawái que me regaló un paisano mexicano que tiene años viviendo en ese bello estado y que me tocó conocer en mi paso por Tokio, Japón. 

Durante mi estancia en la tierra del sol naciente, un día despertándome recibí la lamentable noticia del rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, el cual era una especie de campo de concentración, adiestramiento y de exterminio, al más puro estilo de los que se emplearon en los años 30´s en la Alemania Nacionalsocialista. Justo recordé alguna ocasión que comenté cuando cursaba el tercer cuatrimestre de la licenciatura en derecho, acababa de suceder el lamentable incidente del “Culiacanazo”, recuerdo perfectamente que critiqué las acciones que hizo el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, y cité una frase de uno de los líderes políticos que más he admirado en la historia; Winston Churchill, quien dijo: quién se humilla para evitar la guerra, se queda con la humillación y también con la guerra.” 

En su momento me llamaron exagerado, me dijeron que el asunto del crimen organizado no era comparable con el de la Segunda Guerra Mundial y el de la Alemania Nazi, hoy en día quiero preguntarle a todos mis compañeros y maestros de la licenciatura, si después de ver las imágenes del campo de exterminio de Teuchitlán, esto no se compara con el caso con los campos de Auschwitz y Mauthausen… la respuesta es bastante clara.

Está claro que el enemigo de México no es Estados Unidos, ni tampoco Donald Trump ni Elon Musk, yo le pregunto a todos los izquierdistas que en su momento criticaron a Musk por su infame saludo en la toma de protesta del presidente Trump, ¿si realmente les espantó más eso o si les espantaron más las imágenes del rancho Izaguirre? Está claro que los verdaderos nazis están en nuestro país desde hace tiempo. 

Todos somos responsables por lo de Teuchitlán, porque el campo de exterminio de Teuchitlán es el reflejo de la decadencia, del aumento de la crueldad y la pérdida de empatía y valores que como país hemos ido perdiendo año tras año, es culpa del Gobierno, no tan solo del actual, sino de todos los anteriores, en cualquier nivel, es culpa de nosotros como sociedad por alabar e idolatrar la narcocultura mediante la música y los medios audiovisuales. De Teuchitlán y sus víctimas y todas las víctimas y desaparecidos del crimen organizado y de la violencia, somos responsables todos. 

Parte de lo que aprendí de historia de Japón durante mi visita por ese país, es que los japoneses todo el tiempo se hacen responsables de sus actos, hoy en día es inusual escuchar a un japonés culpando a Estados Unidos por la detonación de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, aceptan su responsabilidad de lo que cometieron en la Segunda Guerra y como país han decidido avanzar para que no vuelva a suceder algo similar. El mismo caso cuando visité Alemania, me sorprendió bastante y admiro como los alemanes hablan de su pasado y reconocen 100% sus crímenes cometidos contra el pueblo judío y gitano y demás minorías. 

Es justo eso lo que más me molesta de nuestra sociedad mexicana, que nunca nos queremos hacer responsables de nuestros actos, o por lo menos las generaciones más jóvenes de nuestros padres y hermanos mayores, hemos perdido nuestra palabra de honor y nuestro compromiso por nuestras acciones, y es que en verdad, me da asco, creo que hasta la palabra asco se queda corta con la repulsión que siento al escuchar a los actores políticos como Noroña, Alito Moreno, la presidentA, Santiago Taboada y muchos más políticos. Siento una aberración por todos los partidos y plataformas políticas desde la aprobación de la reforma al poder judicial (que después hablamos de ese tema). Sé perfectamente que en todps los partidos políticos también hay perfiles muy buenos y con potencial, sin embargo les quiero cuestionar… ¿Por qué comparten plataforma con personajes tan asquerosos y nefastos? ¿En serio dichos personajes nefastos tienen tanto poder internamente como para no poder juzgarlos por sus porquerías? Esas y más preguntas me hago al ver los buenos perfiles que tiene cada plataforma pero que sin embargo siempre termina viniendo acompañado de algún ser indeseable. 

Nosotros como sociedad y como ciudadanos, deberíamos sentir asco, pena y vergüenza. 

Todos somos responsables de Teuchitlán, del culiacanazo, de Ayotzinapa y más crímenes de terrorismo que el crimen organizado ha hecho y que el estado mexicano ha encubierto. Sé perfectamente que no será nada fácil que como sociedad mexicana aceptemos todos en conjunto nuestra responsabilidad, nos dolerá mucho como país y tardaremos mucho en sanar, pero si nosotros mismos no nos empezamos a hacer responsables de nuestros pequeños actos que normalizan y glorifican la corrupción de los políticos y la narcocultura, créanme que seguirán habiendo más Teuchitlánes, más culiacanazos y más Ayotzinapas por un buen rato más.