LA NUEVA LEY NACIONAL PARA ELIMINAR TRÁMITES BUROCRÁTICOS Y “LA LLAVE MX” DEL OFICIALISMO
- Héctor Alejandro Acuña Ruiz

- 7 jul
- 3 Min. de lectura

Tras la aprobación del Senado de la República a un dictamen que busca y expide una nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos y misma que ha sido impulsada con el objetivo firme de agilizar, desahogar y simplificar diversos trámites, establecer buenas prácticas regulatorias y además fortalecer la capacidad técnica y tecnológica del gobierno.
Poniendo un gran énfasis en esta última parte, respecto al fortalecimiento y expansión en cuanto a la capacidad del estado en materia de información tecnológica, fue el centro del debate parlamentario dentro de la cámara alta, donde diversos legisladores contrapuntaban el argumento oficialista calificando de falso a este espíritu innovador y vanguardista respecto al manejo de información digital.
Sin embargo podemos sacar diversas conclusiones del debate parlamentario donde observamos dos corrientes firmes y bien argumentadas.
Por un lado, el criterio oficialista, donde se busca una innovación en materia informática y una nueva forma de llevarse a cabo la burocracia para millones de mexicanos, destacándose además que las cifras de trámites burocráticos que hay en el país rebasan los 7,000 (siete mil) a nivel federal, a nivel estatal existen 523 (quinientos veintitrés) y a nivel municipal 144 (ciento cuarenta y cuatro), y dándonos un sorprendente resultado de que cada mexicano en promedio realiza a lo largo de su vida alrededor de 486 (cuatrocientos ochenta y seis) trámites burocráticos.
La propuesta impulsada y aprobada, determina la homogeneización de la calidad de servicios a lo largo y ancho del país, esto de forma independiente de los tres niveles de gobierno, pero sobre todo independientemente del origen de dicho gobierno.
La Agencia Federal de Transformación Digital y Telecomunicaciones diseñará y regirá el modelo de gobierno digital, reduciendo en un cincuenta por ciento el total de trámites, requisitos y tiempos de resolución, dando asi pauta a la afamada “Llave MX” misma que fungirá como herramienta para la identificación y autentificación de las y los mexicanos en medios digitales. Dicha herramienta será el mecanismo por el cual se accederá de forma directa a la CURP biométrica; dicha cuestión fue la más atacada en el senado, debido a que se le adjudicaba un control total de la información y datos personales de todos los mexicanos.
Por el otro polo parlamentario, viene la crítica dura y pura al impulso morenista de afianzar la nueva Ley Federal de eliminación de Trámites Burocráticos, y del mordaz énfasis en la obtención, registro y disposición de Datos Personales de las y los mexicanos, denominando a dicho planteamiento como “El Big Brother” mexicano, donde el ejecutivo federal contendría y dispondría de toda la información y datos indispensables de cada persona, en dicha contienda parlamentaria, también se focalizó una focalización de poderes y disposiciones, donde se argumentaba el resto de facultades a las entidades federativas y al municipio libre.
Y sorpresivamente el PRI recalcaba que dicha Ley poseía tintes anticonstitucionales al tratársele de Ley General y no de Ley Federal, y en dicho caso, esta ley sólo tendría que ser de observancia para las entidades federales y no las estatales y municipales.
Tras una ardua contienda parlamentaria, la minuta pasó, con una aprobación de 75 votos a favor y 37 en contra, misma que fue remitida al Ejecutivo Federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, y su entrada en vigor.
Dando así inicio a una nueva era tecnológica en materia burocrática en México, con dos tintes muy contrastantes pero también muy realistas y cercanos.






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