ELECCIÓN JUDICIAL: ENTRE URNAS Y FRONTERAS

El voto en el extranjero tiene como antecedente el llamado “voto ausente”, implementado en Wisconsin, Estados Unidos, en 1862, para los soldados que se encontraban en batalla. En América Latina, se llevó a cabo por primera vez en Colombia en 1862, mientras que en México inició en 2006, en el estado de Michoacán y solo para la elección presidencial.

En México, el voto en el extranjero es relativamente nuevo, ya que, posterior a 2006, otros estados comenzaron a adherirse gradualmente. En 2014 se habilitó el voto para senadores y gobernadores de cada entidad federativa, siendo Querétaro, en 2020, el último estado en unirse al voto extranacional. 

A partir de estos acontecimientos y a lo largo de los años, hemos logrado construir, junto con el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Temporal del Voto y los Mexicanos Residentes en el Extranjero, un sistema de sufragio más accesible y hasta cierto punto, funcional para quienes se encuentran fuera del país.

Nuestra normatividad es clara respecto al derecho al voto, y en ningún momento excluye a los mexicanos que residen en el extranjero. Sin embargo, a pesar de que llegamos tarde en cuanto a la universalización del voto, en esta ocasión, para la elección de jueces, magistrados y ministros, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha avalado la decisión del INE de no llevar a cabo la elección para los residentes en el extranjero por razones “materiales y económicas”.

Una de las principales razones por las que los migrantes mexicanos no podrán participar se debe a temas presupuestales y logísticos. Que si bien el INE tiene la obligación de garantizar las condiciones necesarias para la accesibilidad al voto, el presupuesto otorgado por el Congreso de la Unión, sumado al recorte al financiamiento del árbitro electoral, hace imposible organizar el proceso. Este era precisamente uno de los cuestionamientos que teníamos muchos mexicanos: la disponibilidad de recursos para llevar a cabo la elección y de donde los obtendríamos. 

Además, el respaldo a la negativa de implementar el voto extranjero también se fundamenta en que resulta “complejo” organizarlo, ya que algunos votantes en el extranjero no están vinculados a un distrito o circunscripción electoral específica en México. A esto se suma el plazo excesivamente corto para organizar la elección judicial, lo que agrava la situación.

Es indispensable garantizar los derechos políticos, así como fomentar y mejorar la participación de los mexicanos residentes en el extranjero. La relevancia del tema radica en que tenemos una historia corta en la implementación del voto extranacional, y la exclusión de los mexicanos fuera del país debe estar debidamente justificada. Estamos hablando de la primera elección del Poder Judicial, un proceso histórico y controversial, ya que el próximo 1 de junio elegiremos jueces, magistrados y ministros.

La idea de una reforma al Poder Judicial implicaba que los ciudadanos pudiéramos elegir a sus integrantes. Pero ¿qué sucede cuando este derecho se limita por razones de logística y presupuesto? ¿Debió haberse previsto? ¿Estamos dejando fuera del proceso a un porcentaje significativo de mexicanos? ¿Podemos considerar esto un retroceso para nuestro sistema electoral?

La participación ciudadana es esencial en la toma de decisiones. Por ello, es de suma importancia que las próximas elecciones judiciales se desarrollen con una organización más eficiente y con un fortalecimiento real de los órganos electorales, garantizando que el voto en el extranjero se lleve a cabo con certeza y equidad. 

Sabemos lo complicada que es la organización de una elección, pero con trabajo colectivo y un compromiso democrático podemos asegurar que todos los ciudadanos, sin importar dónde se encuentren, participen activamente en la construcción del futuro de nuestro país.

El derecho al voto, independientemente de la ubicación geográfica, simboliza la esencia de la igualdad democrática y la verdadera participación ciudadana. Pero al final, este es solo otro punto de vista sobre los retos que enfrenta la organización de esta elección judicial. Los invito a seguir informándose y a leer el Blog de Agenda Legislativa México.