EL IMPACTO DE LAS POLÍTICAS MIGRATORIAS DE DONALD TRUMP EN MÉXICO: UNA REFLEXIÓN NECESARIA.
- Fatima Mishelle Apolonio Michua

- 26 ene
- 3 Min. de lectura

La política migratoria de Donald Trump ha sido un tema que ha generado gran controversia, no solo en Estados Unidos, sino también en México y otros países de la región. Desde su primera gestión, Trump mostró una postura contundente en contra de la migración irregular, aplicando medidas estrictas que afectaron la vida de millones de personas (Garcia, 2019). Entre estas políticas destacan la construcción del muro fronterizo, las restricciones en el asilo y la separación de familias en la frontera, medidas que impactaron tanto a los migrantes como a las comunidades que los reciben (Castañeda, 2020).
Con su reciente decisión de endurecer aún más estas políticas, México se encuentra en una encrucijada que plantea desafíos sociales, económicos y políticos significativos. Este artículo tiene como objetivo analizar en profundidad las repercusiones de estas medidas en México, los retos que presentan y las posibles soluciones que podemos implementar.
Un contexto de endurecimiento migratorio.
La postura de Donald Trump hacia la migración ha estado marcada por un discurso que asocia la presencia de migrantes con problemas económicos, de seguridad y de identidad nacional en Estados Unidos. Desde el inicio de su primer mandato, Trump no solo se comprometió a construir un muro fronterizo, sino también a implementar medidas como la política de "Tolerancia Cero", que llevó a la separación de miles de familias migrantes, generando críticas a nivel mundial (American Immigration Council, 2018).
Además, la implementación del programa "Remain in Mexico", oficialmente conocido como "Protocolos de Protección al Migrante" (MPP), obligó a los solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se resolvían sus casos en Estados Unidos. Según datos del Migration Policy Institute (2020), este programa afectó a más de 71,000 migrantes y generó una crisis humanitaria en las ciudades fronterizas de México.
Aunque la administración de Joe Biden intentó poner fin a esta política, la reciente reactivación de esta refleja cómo las decisiones de Trump continúan influyendo en la política migratoria actual (Rosenblum & Ruiz Soto, 2021).
Las repercusiones en México.
La implementación de políticas migratorias estrictas en Estados Unidos tiene un impacto directo y profundo en México, como los que a continuación detalló.
Saturación de los albergues y servicios sociales.
La saturación de los albergues en ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros es uno de los problemas más evidentes. Según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2020), los albergues en estas ciudades operan a más del 150% de su capacidad, dejando a miles de personas sin acceso a servicios básicos.
Impacto en las relaciones diplomáticas.
Las políticas migratorias de Trump también han puesto a México en una posición delicada a nivel diplomático. En 2019, bajo la amenaza de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, el gobierno mexicano aceptó intensificar las medidas de control migratorio, desplegando más de 25,000 elementos de la Guardia Nacional en las fronteras (BBC News, 2019).
Consecuencias económicas.
La migración irregular también tiene implicaciones económicas importantes. Estudios han demostrado que los migrantes contribuyen significativamente a las economías locales a través de su trabajo en sectores como la agricultura y la construcción (Cohn & Passel, 2018). La restricción del flujo migratorio podría afectar estas actividades, particularmente en regiones donde los migrantes desempeñan un papel crucial en la fuerza laboral.
¿Qué puede hacer México?
Ante estos retos, es fundamental que México adopte una postura proactiva y estratégica para manejar las consecuencias de las políticas migratorias de Trump.
Fortalecer la política migratoria nacional.
México debe garantizar que su política migratoria esté alineada con los principios de derechos humanos. Según Amnistía Internacional (2020), es esencial que se establezcan programas para regularizar la situación migratoria de quienes permanecen en el país y que se invierta en infraestructura y servicios para apoyar a los migrantes.
Buscar alianzas internacionales.
La migración es un fenómeno regional que requiere soluciones colectivas. Trabajar con países como Guatemala, Honduras y El Salvador para establecer acuerdos que alivien la presión migratoria puede ser clave (United Nations High Commissioner for Refugees, 2021).
Fomentar el diálogo bilateral.
Es esencial que México mantenga un diálogo constante con Estados Unidos para abordar la migración de manera integral. Como señala Rosenblum (2021), la cooperación en temas de seguridad fronteriza y desarrollo regional puede ser una estrategia efectiva para reducir las tensiones y crear soluciones sostenibles.
Conclusión.
Las decisiones de Donald Trump sobre los migrantes representan un desafío que México no puede ignorar. Más allá de las implicaciones inmediatas, estas políticas nos obligan a reflexionar sobre cómo manejamos la migración en nuestro país y qué acciones podemos tomar para garantizar una respuesta humanitaria y efectiva.
Es momento de unir esfuerzos, tanto a nivel interno como regional, para enfrentar esta situación con empatía y estrategia. Solo a través de la colaboración y el compromiso podremos construir un futuro en el que los derechos de los migrantes sean respetados y nuestras comunidades se beneficien de su presencia.






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